lunes, 5 de agosto de 2013

ABANDONO

La verdad es que resultó más sencillo que fácil. Te parecería increíble lo mucho que se puede conseguir cuando eres tan sigiloso al huir; crear el escenario perfecto, saber aprovechar los momentos, esconderte en los pequeños rincones de la confianza, zigzagueando celosamente en la penumbra, fortificando las murallas de los recuerdos con un poco de miedo y una pequeña dosis de frustración... todo esto hace que el momento... los momentos....  no sean ni más ni menos, sino tan sólo lo necesario para crear esa cortina de humo en la que sencillamente desapareces sin dejar rastro, sin una sola marca en la memoria del corazón.


Ese corazón tan ajeno a ti, tan bellamente esculpido, te abraza y te seduce, hace que lo desees una y mil veces... el deseo... ese deseo que quizá solo nace de aquello que no podemos poseer, por eso siempre he deseado tu corazón maravilloso, solo que eso fue todo y así me quedé, deseándolo, anhelando su calor, contemplando cómo se abre al mundo y cómo se cierra ante mi presencia.


Me aferro al ocaso de la vida, a lo doliente de la existencia, me hallo ante lo imponente de mi ser, contemplo ese cuerpo forastero ya cansado de tanto andar, cansado de fundirse con otras vidas, otros mundos, harto ya de morder y de rasgar, harto de permitir que sea invadido, de ser ese cuerpo de mirada vacía, esa mirada antes tan caprichosa, siempre misteriosa y ahora impenetrable... quizás algún día me encuentre y tu ya no estés ahí y yo... yo tal vez esté por fin en todos lados, que es lo mismo que no estar ya en ninguna parte... y por fin renuncie a mi abandono.


Juanma - 5 -Agosto - 2013

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